miércoles, 30 de abril de 2008

CYBER 2, EL REGRESO

Sólo para distraer un poco la atención de la hipnosis colectiva que produce " Bailando por un sueño", quiero contar la segunda parte de la historia del Cyber -café , la cual se va a convertir en teleteatro en cualquier momento.
Estaba hoy de mañana en mi oficina y tuve que hacer en la computadora una impresión en color. Ya sabía desde hace semanas que venía saliendo ese cartelito de advertencia por problemas de impresora, pero siguiendo el estilo y la tradición uruguaya no le di pelota esperando que algún milagro recargara el cartucho.
Como de costumbre, apenas le di al mouse la orden, escuché un fuerte y odioso acorde de piano tipo Do menor acompañado de un anuncio que seguro salió desde lo más recóndito del disco duro:
-"GIL, NO TENGO TINTA NEGRA NI PARA HACERTE LA HUELLA DIGITAL DEL DEDO MEÑIQUE, ¿Y VOS QUERÉS IMPRIMIR EN COLOR? ANDÁ PA´L CYBER TARADO, Y NO MOLESTES MÁS".
Llegué, y como siempre lleno. Hay que ver lo que son los Cyber –cafés. En primer lugar ninguno vende café, tal vez alguna golosina, refrescos, y es común que sus propietarios no se preocupan demasiado por mantener una temperatura ambiente agradable. Además, por vivir en estas latitudes donde a nadie le entusiasma demasiado realizar jornadas laborales completas, estos negocios se han convertido prácticamente en centros de reunión para holgazanes. Así que si algún día me decido a abrir un Cyber, ya tengo decidido como bautizarlo:
“El atorrante feliz”.

(No hay café, no insista)



Como de costumbre antes de sentarme agarré una coca cola de la mini heladera que calienta perfectamente las bebidas( deberían más bien usarlas como microondas). Le pedí al chico me la destapara, esperando lo hiciera con la misma tijera que usó la semana pasada. Abrió su cajón, y por increíble que parezca sacó….. un destapador. Me emocioné.

Ni bien me senté frente a la computadora realicé un paneo de la gente a mi alrededor. Varios cibernautas en edad de tener que cumplir 8 horas para mantener sus hogares, sin el menor cargo de conciencia, con audífonos el los oídos se encontraban boludeando en Youtube con videos intrascendentes. Alguno movía alegremente su cabeza frente a un video musical.
Cuatro pendex, cuyos padres evidencian poco conocimiento de sus actividades, se encontraban en plena batalla disparando y matando soldados a lo que llaman " Juegos en red". Los miembros del grupo movían su teclado al mejor estilo del espía mandando mensajes Morse detrás de las líneas enemigas en aquellas películas de la segunda guerra mundial. Además a cada rato estos insolentes me pegaban bruto susto cuando se gritaban:
_¿Te maté?!!!
_ No, yo te maté a vos!!!
-Andá ladrón, yo te maté primero!!!

Todo esto mientras seguían descontroladamente apretando sus dedos, tal vez pensando que al resto de la humanidad nos había tragado la tierra. Lo que nadie me aclaró hasta hoy es que de verdad son juegos en red, pero de una red de pelotudos, mal educados y grandes candidatos a eximios alienados sociales.
También me llamó la atención varios/as adolescentes chateando con amigos y cagándose de risa sin cesar. Había uno en especial a mi lado que se le caían las lágrimas y hasta pensé le iría a dar un ataque en cualquier momento. Confieso que no aguanté mucho pues mi espíritu voyeurista me obligó a hacer la vicheta en su monitor, y aunque no vi ninguna frase de más de tres palabras, no logré entender nada de nada como si se estuvieran comunicando en idioma quechua. Lo único que pude rescatar fue que cada tres o cuatro garabatos el pibe escribía un jajajajajajaja junto a un redondo muñequito amarillo, mientras continuaba riendo desaforado. Quedé pensando que estos jóvenes deberían presentar sus divertidos diálogos en los programas humorísticos de nuestros canales de TV, así lograr levantar aunque sea un poquito el tan decaído nivel. Ni que hablar si se los enviaran a varios libretistas de Carnaval, quienes aún no se han dado cuenta lo bien que les vendría.

Para no estirarla más, abro mi correo, encuentro el archivo, doy la orden de impresión, voy a buscar la hoja, el encargado me dice que no puede imprimir color, que el cartucho le llegará recién de tarde y por supuesto que no sabe en qué Cyber de la zona podía hacerlo.

Vuelvo y cierro las ventanas de mi computadora, estoy pronto para levantarme cuando un icono especial me llama la atención. Decía algo así como Free sex junto a la foto de una mina desnuda, y de inmediato se produjo en mi mente lo que se conoce en psicología literaria como “La Gran Hamlet”:

¿Abrirlo o no abrirlo?, ese es el asunto.

Levantando la cabeza la giré en todas direcciones por temor a que alguien pudiera estar pendiente de mis movimientos. Hice click en los pechos de la mina y allí comenzó a producirse la debacle:
De entrada aparecieron las fotos y videos de varias chicas voluptuosas desnudas perfeccionando todas las poses del Kama Sutra junto a algunos partenaires masculinos muy agraciados por la naturaleza. En especial uno de ellos me llamó la atención al hacerme recordar el Péndulo de Foucault. De hecho el Péndulo de Foucault parece más bien un pequeño reloj Cu-Cú al lado de este muchacho.

Sin haber tecleado nada ni siquiera por error apareció de no sé dónde un cartel felicitándome por ser la persona número 999999999 en abrir esa página y por haber ganado nuevamente un crucero al Caribe para dos personas por seis días. Es increíble la suerte que tengo en obtener tantos premios cada vez que entro a cualquier página porno. Volvamos a aclarar que mi ingreso fue casi involuntario, como sin querer. No significa ello que ande navegando siempre para cultivarme con este material tan poco didáctico que lo único que logra es hacerme perder el tiempo…….cada noche.

Casi de inmediato se mete otro cartelito consultándome si deseo agrandar mi pene Por un instante quedé pensando en quién pudo ser el traidor que me había delatado en Internet, ¿acaso alguien del Club? Muevo el cursor, el cartelito me sigue. Lo muevo más rápido, el cartelito acelera como si tuviera vida propia o alguien me estuviera vigilando y lo trasladara a control remoto. Y hablando de vigilar, por el rabillo del ojo veo una sombra de una señora que desea sentarse a mi lado pero se queda como hipnotizada observando mi pantalla. Me largué a clickear todas las cruces para salir de allí al de cualquier forma. No sé si se cerraron algunas, pero en forma descontrolada comenzaron a abrirse otras páginas con más y más parejas, con más y más movimientos pélvicos, cada vez más y más rápidos mientras yo le rogaba al ser superior que los actores no sufrieran de precocidad. En microsegundos estaba exasperado, mi cerebro asaltado por millones de pensamientos que lo sobrepasaron, y sin saber como enfrentarlos:
_” ¿Por qué se queda mirándome justo a mi? Esta mujer seguro me conoce de algún lado y ahora va a tomarme por el rey de los pervertidos. ¿Y si es la madre de una compañerita escolar de mi hija menor y a partir de ahora no la deja venir más a los cumpleaños? Al salir no tengo dudas va a correr la bolilla a las otras madres para que tomen distancia de este psicópata. Ya me veo llevando a la nena a clase y todos los padres mirándome con rechazo y temor. Esto es terrible, ¿cómo le explico a mi señora a fin de año por qué nuestra hija quedó repetidora y no quieren reinscribirla?”.



El Mouse rebelde me ignoraba y ya no me respondía, ni le interesaba que estaba contra las cuerdas y desesperado por cambiar el contenido.¡¡¡Lo que hubiese pagado en ese momento por que apareciera el símbolo de Google, Hotmail, de remate.com, o aunque fuera La Cicciolina en bolas, quien frente a estas chicas parece más bien Jacinta Pichimahuída !!

La vecina seguía en su pantalla pero sin dejar de clavarme los ojos. La impotencia me condujo a buscar un escape de emergencia haciendo un gesto de contrariedad como de haber perdido un papel, así que disimuladamente me agaché al piso y apreté el botón de Power. Salvado.

Huí despavorido a alta velocidad del lugar caminando con paso firme y seguro, aunque cada tantos metros miraba hacia atrás por miedo que me estuviera persiguiendo el cartel para estiramiento del pene. Hoy me enteré que el Cyber más cercano para hacer impresiones color esta en Melilla.