Los indígenas
Hagamos un poco de historia:
En el momento que llegaron los primeros conquistadores, ya vivían en nuestro continente un gran número de nativos a quienes los españoles llamaron "Indios" pues creyeron haber llegado a las Indias.
Se contaban cientos de tribus, pero la mayoría fueron completamente diezmadas por los europeos que trajeron enfermedades, contra las cuales los indígenas no tenían la inmunidad para enfrentar.
En nuestro país contamos hoy con varias sociedades que reivindican a estos primeros habitantes de América, pero no sabemos cuando se inició esto, ya que se les combatió hasta hacerlos desaparecer durante los comienzos de la patria.
Veamos algunas de las diferentes tribus:
CHARRÚAS: Vivían a ambas márgenes del Río Negro. Se dice que eran hoscos y taciturnos, por lo que no había forma de hacerlos hablar, y mucho menos de reír. Fieros guerreros que cuando no estaban peleando, cazando o pescando, entre otras cosas se dedicaban a ganar dinero con otras tribus y con los españoles vendiéndoles todo tipo de artículos:
Vinchas, con sus colores copiados al benteveo, y penachos a los cardenales. También llegaron a exportar gran cantidad de vasijas que hasta hoy no se entiende como los europeos las compraron, porque dado las formas y terminaciones no servían ni para pelelas
Carpas: Contaban con 2 tipos diferentes: Una grande como vivienda familiar, y otra algo más pequeña para salidas de paseo en "Semana del indígena" a visitar la parentela y amigos en el campamento de los Yaros y Guenoas. Las de todo el año eran de 2 y 3 dormitorios, de acuerdo a la cantidad de esposas que tuviera el guerrero. El cacique Kontubay Ponti tenía el monopolio de los toldos, y el resto de la indiada laburaba para él. Hasta que un día cayó desde América del Norte un visionario que salió a competirle seriamente. Se trataba del joven Lux, quien pudrió el mercado con precios irrisorios y una publicidad espantosa en la que hacía cantar a un gallo.
Los Charrúas tenían un Estadio propio que lo alquilaban periódicamente a otras tribus. Durante los espectáculos deportivos había un control estricto, prohibiendo el ingreso con alcohol y boleadoras por miedo a las batallas campales. Durante los mismos, sus grandes ingresos incluían la venta de agua mineral proveniente del arroyo Miguelete, tal vez la más pura del mundo para la época. También obtenían buenas ganancias cuando vendían comidas caseras en ferias dominicales. La especialidad: ñandú a la cazadora, brochete de tararira, y la infaltable hamburguesa de mulita, que venía dentro de la codiciada "cajita triste" donde se incluía papas a la cacerola y un muñequito coleccionable con todos los reyes de España desde el sigloXII.
El chiche de obsequio lo cambiaban solo cuando llegaba algún Galeón desde Europa.
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No se sabe si inventaron los arcos pero hemos heredado sus flechas, tan populares hoy en Intendencias de toda el mundo para señalizar calles en un sólo sentido.
Cuando cazaban felinos, les quitaban las afiladas uñas para insertarlas en patas de pumas y gatos hechas a base de peluche y rellenadas con plumas. Luego le adherían un cartelito con la frase:"Garra charrúa". Sabiendo de la valentía y bravura de los indígenas para combatir, en la madre patria los soldados se lo colocaban como amuleto alrededor del cuello a sus caballos y así darse ánimo durante las guerras europeas.
Su rebeldía y fiereza se vieron acrecentadas desde el arribo a las costas uruguayas de Juan Díaz de Solís.
Al poco tiempo de haber llegado, el navegante español, muy interesado en llevar la cultura a territorios conquistados, pretendió instalar un Teatro y bautizarlo con su nombre, justo sobre las tolderías donde los charrúas tenían el principal quilombo. Fue asesinado de inmediato.
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Chanás:
Habitaban ambas costas del Río Uruguay en su curso inferior, y el delta del Río Negro, pero principalmente se extendían en la actual provincia de Entre Ríos.
Eran un poco más inteligentes que los Charrúas, y mientras aquellos se arreglaban con lo justo, los Chanás aprendieron a moler el café que luego envasaban y era muy apreciado por muchas tribus, en especial en desayunos y eventos deportivos
Uno de sus integrantes más emprendedor como empresario fue Tabaré, quien fabricaba cuadernos de una raya y de doble raya para aborígenes infantiles que recién comenzaban a escribir. Esto creó serios problemas de envidia por parte de las tribus al otro lado del Río, quienes comandados por Abayubá Busti, salieron a defender la supuesta contaminación del Río, solo para sacarlo del mercado. Hubo reclamos, se mandaron brujos y señales de humo a la Convención india de La Haiga, pero nada sucedió. Tabaré y sus guerreros se mantuvieron firmes, más allá que ofreció varias veces fumar la pipa de la paz. La realidad era que de este lado se producía un papel mejor, más barato, y nunca hubo contaminación.
Arachanes: se afincaron en el área de la Laguna de los Patos y llegaron hasta más allá de Porto Alegre. . Es decir que del lado uruguayo habitaban lo que es hoy Cerro Largo y parte de Rivera. Por ser fronterizos, se mantenían gracias al bagayo de Garotos, chocolate em Po, y los infaltables ticholos, tan necesarios para la dieta diaria. Por supuesto que dependían de la fluctuante cotización de espejitos de colores en ambos márgenes de la frontera. Cuando el cambio beneficiaba a nuestro país, llevaban para allá: Grappa miel, medio y medio, bombillas, mates, dulce de leche y algún que otro Ricardito. Los mató los Free Shops.
Resto de América
Onas: Se ubicaban al sur de Argentina. Eran supercultos ya que casi todo el día pasaban haciendo palabras cruzadas. Dada su extrema pobreza, llegó un momento que necesitaron buscar una solución económica. Así decidieron fusionarse con los Nistas, otro grupo étnico cercano, por lo que se formó la famosa tribu de Onanistas. La crónica de la época no aclara las razones que todos sus integrantes, a partir de la fusión, pasaran gran parte del día buscando la autosatisfacción sexual. Por ello llegaron casi a desaparecer rápidamente.
Guaraníes:
Vivían mayormente en Paraguay de la caza, la pesca y el turismo. Explotaban las Cataratas del Iguazú donde alquilaban cientos de carpas monoambientes para parejas en su Luna de Miel.
Incas
Habitantes del Perú. Estaban tan avanzados intelectual y económicamente sobre los nuestros que sus chozas parecían casi cibernéticas, ya que eran construidas de Adobe acrobat.
Su fuente principal de ingreso era la fabricación de pintura. Se enriquecieron y llegaron a formar una transnacional con sucursales en varios países.
Los Incas adoraban a Viracocha( dios creador del mundo), Inti
( dios del sol), Pachacamac(dios creador de las artes), y a Yagarcanda ,el dios convocado cada vez que alguien no lograba ir al baño durante más de 3 días.
Mayas: Afincados en Méjico, Guatemala y Honduras.
Dada la privilegiada geografía y temperatura del agua donde moraban, varios de sus integrantes se dedicaron a la manufactura y venta de prendas para llevar a la playa, mientras que otros prefirieron hacer correas de relojes. Un pequeño grupo se dedicó a hacer camisetas tejidas con hilos de oro para ser vendidos en campeonatos de ciclismo, donde el líder de cada etapa debería llevarla puesta.
Quizás varios de sus arquitectos tenían parientes egipcios, y estos en alguna visita les dieron la idea de hacer pirámides y ruinas para adorar al sol, al mar, a la lluvia, en fin, a cualquier cosa. Todo serviría para atraer a otros indios a gastar unos pesos en hoteles y gastronomía.
Jíbaros: La mayoría estaba en Ecuador y eran de lo más hospitalarios. Te quedabas a dormir con ellos y al otro día te levantabas con 2 kilos menos, pues tu cabeza había pasado a medir la cuarta parte. Que lástima que no se dedicaron a usar sus métodos para reducción de la grasa abdominal.¡¡¡Cuántos laboratorios que te curran con falsa propaganda en TV se quedarían sin laburo hoy en día!!!
Navajos: Oriundos de Norteamérica. Sus mujeres cortaban trozos de metal al tamaño del un cuchillo, lo afilaban en ambos lados y los vendían en peluquerías como elementos para afeitar.
Hubo muchas tribus más, pero es imposible contar la historia de todas. Lo importante para mí es dejar escrito esta seria reflexión:
Si los españoles e ingleses usurparon casi todo el oro y la plata de América durante tantos siglos, ¿por qué los sudamericanos deben demostrar hoy en día su ascendencia europea para poder trabajar en el viejo continente? En cambio los habitantes de la Comunidad Europea pueden trabajar donde se les ocurra, incluso en la mayoría de los países del nuevo continente, donde sus ancestros robaron todo.
¿No es lógico que dejen entrar sin limitaciones a peruanos o mejicanos, ambos pertenecientes quizás a los 2 pueblos más damnificados por el saqueo?
jueves, 21 de junio de 2007
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