lunes, 7 de enero de 2008

Regalo de reyes

Regalo de reyes:
No sé si fue Melchor, Gaspar o Baltazar, pero apenas averigüe cuál de ellos le trajo a mis hijos todos esos regalos tan complicados, sin vacilar lo agarro a patadas de inmediato. Cuando despertamos el 6 de enero reconozco el placer que me dio verles las caras abriendo paquetes frente a sus zapatitos. Esto duró pocos minutos ya que enseguida debimos salir a usarlos, la presión era enorme y además dentro de unos años yo no querría recibir una llamada del psicólogo reprochándome que fui la causa `principal de los mayores traumas infantiles, por ello mis hijos me odian y no permiten que vea a los nietos.
Parecería que estoy fastidiado por gran cantidad de obsequios, mas en realidad no fueron tantos. Para el varón, un cocodrilo inflable, un perro estilo futurista a baterías con control remoto, y varios Dvds truchos de Playstation.
Para la nena llegaron: un juego de ollas y cubiertos de plástico, la Barbie de no sé qué Isla atorranta, el disfraz de Cenicienta y un elefante inflable.
Esa mañana calculé que arrancarían con los chiches "terrestres", pero poco tardé en darme cuenta que grave fue mi error. A las 11 AM salir presurosos a cualquier lugar donde hubiese agua aunque fuera estancada para estrenar los salvavidas. Llegada, playa repleta, cargar sillas, sombrilla, la heladerita y bolsos a granel, arena mil grados quemarme planta de pies, los nenes alérgicos a colaborar ni siquiera llevando sus propios juegos, caminar 200 metros hasta encontrar un espacio de 2 metros cuadrados, clavar palo de sombrilla, poner sombrilla, brisa suave, sombrilla darse vuelta, pequeño aumento del Pampero(ese mismo que cada tanto acaricia a mi bandera) vuelo de la sombrilla, salir corriendo a buscarla, alerta general, reproches de varias señoras que había niños jugando, y un gordo morocho grandote con pinta de boxeador jubilado se paró de repente con ganas de volver a ejercitar sus puños sobre mi cara . Por suerte sombrilla no pegarle a nadie, frenarse un instante y yo lograr tacklearla. Las demás sombrillas firmes e inamovibles. Cavar agujero tan profundo que no poder sentarnos a la sombra. Tantos años después de haberlo escrito se me vuelve a cumplir una máxima invariable:
No importa el precio que pague por ella, mi sombrilla es la más débil del mundo. Siempre está dispuesta a actuar gratis en el video de la canción" por ti volaré", y su gran mérito es hacerlo aún sin viento.
Contra mi voluntad y pese a las protestas esposa untarme crema protectora factor mil ochocientos, quedé como la momia de Titanes desde el centro de la pelada hasta las uñas del dedo gordo.
Ponerme a inflar los bichos. Cuando iba por la mitad del cocodrilo comencé a notar cierto mareo y molestia en los cachetes (de la boca por supuesto), y luego de unas 40 exhalaciones profundas cuando casi estaba finalizando con el elefante comencé a sentirme exhausto, el oxígeno no me llegaba al cerebro, la cara se me enrojeció mientras empezaba a ver alucinaciones y estrellitas como si hubiese fumado un pucho de hashish. Todos al agua. Niños y bichos aguantar bien temperatura, yo congelado huir a la orilla. Hay algo que no puedo comprender pues la publicidad en la caja mostraba varios niños divinos y sanitos matándose de la risa tanto sobre el cocodrilo como en el elefante, ante la también alegre mirada de su madre. Habiendo heredado una falta total de paciencia no sé de quién, mis hijos no lograban subirse o perdían la estabilidad fácilmente y en menos de dos minutos se largaron a putear a los pobres animalitos. Bajo riesgo de infarto me metí al agua para ayudarlos pero con escaso éxito, por lo que deduzco los chinos hacen estos inflables exclusivo para jóvenes equilibristas profesionales del Circo de Pekín, y seguramente a los nenes les están apuntando con armas para que rían en la foto.
Para colmo de males, mientras ellos fracasaban en sus intentos bajo la axila del cocodrilo emanaban decenas de burbujas, lo que evidenció la clásica pinchadura que posterirmente fui a reclamar en la juguetería y supieron sacarme a patadas.
Volver a la sombrilla, tirar los salvavidas con desprecio en la arena, hijo mayor buscar perro electrónico, yo explicar que no es juguete para playa, él continuar como si nadie hubiese hablado. Perfecto, ¡qué bárbaro tener tanta ascendencia sobre mis hijos y qué devoción noto sienten hacia mí!. Esposa tratar de abrir control remoto y panza del juguete, tornillo phillips imposible de mover, meter llave, romperse llave, meter otra llave ( la llave rota era de mi placard así que nadie se hizo mala sangre) Entre el perrito más control remoto precisar en total 8 pilas AAA y batería de 9volts. Ahí recordé hace años el día que mi padre me llevó la Feria de Tristán Narvaja para comprar alguna mascota y me decidí por un canario. El pajarito era de un hermoso color amarillo y costaba apenas cien pesos, el problema era que la jaula valía mil quinientos. Resultaba evidente que el dueño se dedicaba en realidad a construir y vender jaulas basado en el elemental principio lógico: ¿A qué ser humano que precie de "normal" se le ocurriría comprar un canario y llevárselo en la mano? Entonces me quedó claro que el inventor de los perros robots gana fortunas, pero fabricando pilas.
Me senté a leer un libro que estaba por empezar hacía tres años cuando los nenes se largaron a repetir sistemáticamente el "vamos nos" cada tres minutos, sin prisa ni pausa como si se hubiesen tomado una pastilla de Torturol 40 miligramos. Resistí lo que pude pero no logré concentrarme ni en el final del prólogo. Vuelta al hogar, cargar los bolsos, sillas, sombrilla rebelde, al cocodrilo pinchado me lo puse de bufanda y al elefante lo enganché con el dedo meñique de la mano izquierda pues ningún miembro familiar mostró interés en desinflarlo. Buscar en el camino pilas y destornillador fue otra odisea, llegar a casa, hija ponerse a jugar con la Barbie. Sólo porque me llamó la atención la belleza y colorido de la muñeca, quedé observando la caja de presentación. Por omisión habían dejado pegada la etiqueta del precio, el cual consulté a mi esposa disimuladamente sin que se dieran cuenta los pequeños, poniendo mirada inquisidora, dientes apretados y ojos agrandados. Ante el movimiento afirmativo de su cabeza estuve a punto de armar escándalo, pero de inmediato me cortó el paso argumentando que lo había cargado a la tarjeta en 6 pagos.Es admirable como logra desde hace varios años encontrar tanto chirimbolo todos los meses para pagar en 6 cuotas
Sebastián me pidió que fuera a verlo lucirse mientras mataba villanos en el nuevo Dvd del Playstation. Sus dedos movían con maestría los botones del control a gran velocidad, parecía Wolfgang Amadeus frente al piano en aquellos memorables conciertos de su juventud, aunque cuando traté de participar haciendo algún comentario o preguntando el nombre del héroe, noté que mi presencia se había tornado irrelevante. Allí descubrí cierta virtud del organismo humano que estoy seguro aún no conoce ningún profesor de Anatomía: En el momento que se enciende el Playstation en la pantalla , de inmediato a los menores se les cierra los conductos auditivos y quedan aislados del mundo exterior. Ni el hambre ni la necesidad de ir al baño logran revertir esta situación (también comprobé que ello se repite en muchos mayores durante los partidos de fútbol mientras sus esposas intentan dialogar de problemas cotidianos)
Fui al sillón a descansar un rato cuando de pronto cierto pensamiento ingresó por algún recoveco y se apoderó de mi mente: Toda la horda de gente que vende Dvd truchos de Playstation los copian sin pagar un mango de derechos, y como el representante de la marca no toma ninguna medida, ¡¡vamo arriba que acá no pasa nada!!!. Pero el día que por estas latitudes caiga don Roberto Sony a cobrar royalties, seremos muchos quienes iremos a hacerle compañía a Bengoa , y creo que estaría bueno aprovechar el tiempo ocioso pidiéndole alguna martingala para la ruleta. Después de años ganando tanto dinero sin duda las conoce todas.
Volviendo a los Reyes Magos, el próximo año donde me traigan algún otro presente griego, contrato dos piqueteros que los esperen despiertos toda la noche portando un cartel que diga:"Wizards Kings go home", les dejo el recipiente con agua de Botnia, les hago encepar los camellos por la Intendencia y que regresen a su país a pata.

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