La soledad,además de ser una cantante folclórica que revolea el
poncho cada 2 minutos, es una situación con la cuál algunos
convivenpor opción , y otros la adoptan por resignación. Dicen que el ser
humano es gregario y le desagrada estar sólo, aunque también hay
mucha gente que encuentra en la soledad la paz espiritual. Soy
integrante del grupo uno. No tengo tanta riqueza interior para estar mucho rato a solas con mis pensamientos. Sin embargo reconozco que hay momentos en los que encuentro una gran felicidad de estar conmigo mismo, especialmente luego de las 21 horas cuando los niños se van a dormir. Me siento un buen padre, dedico el mayor tiempo posible dentro del umbral de paciencia que me queda a esa hora y a esta edad, pero estar viendo la tele, leer o escribir sin que nadie interfiera, sin escuchar un ruido,es una sensación maravillosa.
¿Qué tiene que ver todo esto con el hombre que me reparó la televisión?. No tengo idea, pero el día que concurrí apurado a retirar el aparato ya me di cuenta que estaba frente a un obligado solitario. No se trata de que carezca de una familia, pues tiene esposa ,hija y una perrita que parece ser bisnieta de algún experimento de Pavlov pues ladra a 200 decibelios apenas oye el timbre.
Por encima de los ladridos se escucha el grito del hombre dándole al can 2 precisas órdenes:
a) que guarde silencio
b)que se dirija de inmediato a su cucha
Todo esto al tiempo que golpea con su ojota el piso en varias ocasiones.
Si bien Manchita( o como se llame, no presté atención al nombre)
obedece de mala gana , continúa gruñiéndome desde un rincón
techado, que cuenta con diarios en el piso y un plato despintado, lo que hace suponer es el lugar asignado para su reposo. Esto de cucha no tiene nada.
El día que le llevé el aparato roto, el técnico me había dado una clase completa de circuitos integrados. Me había mostrado una especie de mapa donde marcó en rojo el supuesto circuito ag334, causante del problema. Luego me explicó que no entendía la razón de que se hubiese quemado ese circuito y no el ag335, buscando quizás en mi persona a un nuevo Edison que le diera una opinión profesional. Al mismo tiempo empezó a relatarme el historial de otro aparato de un tal Giambruno, al cuál lo había estropeado un rayo durante la tormenta del domingo en la casa de veraneo,y según él solamente lo podría reparar algún brujo quechua.
Yo lo miraba atónito , pensando que tal vez se estuviera burlando de mi . Pero erróneo fue ese pensamiento. Enseguida vislumbré al incipiente solitario que apenas le cae un cliente, alguien con quien dialogar, no lo suelta ni a palos. Como su esposa sale a trabajar y su hija concurre a la Facultad a diario, él esta hambiento de comunicación con cualquiera que no sea Manchita.
Me mostró la TV, y pidió que yo mismo cambiara los canales para verificar la reparación. No parecía necesario ni lógico que el control remoto obedeciera a una persona y no a otra , pero no quería contradecirlo para no seguir perdiendo el tiempo. Mientras cambiaba los canales volvió a la carga con la historia de Giambruno . Conforme escuchaba la reiteración del relato, a medida que su voz comenzó a bajar de tono , una voz interior comenzó a sonar cada vez más fuerte en mi cabeza. Era el mago!!, si Carlos Gardel que me decía en las estrofas de su famoso
" El día que me quieras":
_ Y un rayo puntaesteño
hará un cortocircuito
no tengo garantíiiia,
así que estoy medio frito.....
Otra vez a oír su relato tan apasionante.¿Cómo comprobé más allá de toda duda que estaba frente a un solitario por obligación?.
Cuando de pronto se encendió automáticamente el contestador telefónico y la voz de un amigo que le explicaba tenía problemas con su radio grabador pues no podía escuchar las ondas de FM. Usted se preguntara señor lector ¿y qué tiene esto de raro?. Pues que el técnico, sin importarle mi presencia, se puso a dialogar con la grabadora como si estuviera haciéndolo con alguien de carne y hueso.
Mientras la voz decía:
_ Hola Ernesto, te habla Manuel
el hombre contestaba:-
_ Si , no me digas nada Manuel, no te anda el grabador
_ El radio grabador no me funciona.
(respuesta siempre al aparato)
_ Eso te pasó por haberlo llevado a otro lado
_¿Podrás pasar por casa?
_ Si, como no. El día del golero voy para allá.
Créanme que siguió cambiando frases con su contestador. Ya medio apurado y un poco asustado por la curiosa reacción apuré el trámite tomando mi celular e inventando un diálogo en el que me instaban a llegar al Centro en los siguientes 10 minutos so pena de muerte. No fue nada fácil escapar del lugar, pero algo siempre me quedará almacenado como experiencia. La próxima vez que tenga problemas de electrodomésticos, voy a llamar a Giambruno para que me aconseje qué marca comprar.
lunes, 30 de abril de 2007
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2 comentarios:
muy divertiddo su cuento sr. jorge,pero ya que me invito a ver su blog,por favor no le haga propaganda a giambruno,hagale propaganda a los services de amigos
Señor Jorge me gustaría me recomendara el teléfono de su técnico, ya que soy una solitaria y ya que necesito reparar mi televisor quiero hacerlo con él y compartir nuestras penas. Gracias,
La Sole
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